Este proyecto representa una colaboración innovadora entre instituciones académicas y educativas, con el objetivo de mejorar la estimulación y el desarrollo integral de los niños en edad preescolar a través de métodos avanzados y técnicas modernas.
Un innovador proyecto de investigación está en marcha gracias a la colaboración entre la Universidad de Talca, la Universidad de Los Andes, la Universidad Católica del Maule y la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y la Corporación Educacional San Isidoro. Este esfuerzo conjunto busca avanzar en la comprensión y aplicación de la estimulación cognitiva, emocional y social en estudiantes de educación preescolar.
El convenio entre las universidades y San Isidoro comenzó el año pasado con la investigación “Japi: Estimulación cognitiva, emocional y social para niños en edad preescolar”, la cual fue financiada por el Fondef, ANID-Chile (Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo de Chile). Esta investigación siguió con una segunda etapa en el primer semestre de 2024, con el objetivo de monitorizar los avances de la aplicación “JAPI”, que a través del juego estimula positivamente el desarrollo temprano de aspectos cognitivos.
El trabajo consta de una evaluación inicial en la que se miden en los niños aspectos como la memoria, la planificación, las habilidades emocionales y sociales, entre otros. Luego, se realizan sesiones de juego de 30 minutos con los estudiantes durante dos meses, a través de la aplicación “JAPI”, para finalmente volver a medir los aspectos iniciales y obtener los resultados del proyecto.
Asimismo, este segundo semestre se inicia una nueva etapa de investigación llamada “Evaluación de los factores ambientales, socioafectivos y cognitivos en el aprendizaje del lenguaje y las matemáticas en preescolares de desarrollo típico y atípico”, la cual es financiada por el Núcleo Milenio de Ciencias para el Aprendizaje (ANID Chile). En esta nueva etapa, se destacan tres elementos: a) se identificarán niños/as con y sin síntomas de SDAH; b) se incorporarán principios de gamificación a JAPI, es decir, la incorporación de elementos lúdicos que favorecen la motivación del niño, como la obtención de puntajes individuales, avances de etapas, etc.; c) se explorará la contribución del ambiente lector y la motivación hacia la lectura.
Cristian Rojas-Barahona, profesor de la Facultad de Psicología, investigador principal del Núcleo Milenio de Ciencias para el Aprendizaje y del Research Center on Cognitive Sciences de la Universidad de Talca, es quien lidera el equipo de investigación. El profesor Rojas-Barahona explica que el gran hilo conductor del trabajo en conjunto con la Corporación San Isidoro es la estimulación temprana en un contexto de educación parvularia de calidad.
Según explica Cristian Rojas-Barahona, existen antecedentes claros de que la etapa preescolar es crucial para los años siguientes. “Se sabe que la no estimulación temprana adecuada de los aspectos cognitivos, emocionales y sociales puede tener como consecuencia importantes limitaciones en el presente y en las próximas etapas del desarrollo, impactando en el aprendizaje y la salud de los niños/as. Es importante entender que en el fondo buscamos que la calidad de vida de nuestros niños sea mejor”.
En cuanto a los resultados, el académico indica que han sido muy buenos. “Nos hemos dado cuenta de que al estimular estos aspectos clave han mejorado las habilidades académicas, como el precálculo y/o el lenguaje inicial. Es decir, sin estimular directamente el lenguaje o las matemáticas, al estimular estas habilidades centrales, mejoran las habilidades académicas”.
Cristian Rojas-Barahona explica que estos resultados a corto plazo pueden ser beneficiosos no solo para los niños y niñas, sino también para los padres y apoderados, quienes podrán identificar los temas relevantes que sus hijos deben desarrollar. Al mismo tiempo, las educadoras de preescolar se mantienen actualizadas sobre los elementos que, hoy en día, se sabe que deben ser estimulados y sobre cómo hacerlo en el aula. Esto será posible gracias a los informes generados a partir de la investigación.
Los resultados a mediano plazo, permitirán una planificación más precisa basada en los déficits identificados en los diferentes cursos. El estudio facilita la identificación de distintos perfiles de estudiantes, lo que permitirá elaborar planificaciones que beneficien a todos los grupos.
A largo plazo, el objetivo es asegurar igualdad de condiciones y oportunidades para todos los estudiantes, de modo que aquellos que obtengan mejores resultados sean quienes hayan aprovechado las herramientas disponibles, garantizando que nadie quede excluido por razones contextuales.
Finalmente, el académico señala que en este tipo de trabajos es esencial que sea a largo plazo. Por eso, es tan importante el vínculo con la Corporación San Isidoro. “A nosotros nos gustaría, en 2, 3 o 4 años, volver a evaluar a estos niños para ver cómo han progresado”, comenta el profesor Rojas-Barahona.
Como Colegio Santa María de Santiago, esperamos seguir participando de iniciativas que beneficien directamente a nuestros estudiantes. Creemos que los resultados de estos estudios tienen el potencial de transformar las prácticas educativas y mejorar significativamente el desarrollo y bienestar de los niños en edad preescolar.
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